La industria vitivinícola empezó en el valle de Moquegua probablemente en los años 1580, y colapsó trescientos años más tarde, con un terremoto en 1868 y la Guerra del Pacífico. Esta actividad dio a Moquegua mucho prestigio económico y social desde...
PUBLICACIONES 01-01-1960
Sala de tinajas, Bodega Corpanto Ghersi
Raúl Menaut Museo Contisuyo
La industria vitivinícola empezó en el valle de Moquegua probablemente en los años 1580, y colapsó trescientos años más tarde, con un terremoto en 1868 y la Guerra del Pacífico. Esta actividad dio a Moquegua mucho prestigio económico y social desde la época colonial, hasta finales del siglo XIX, con la producción de ingentes cantidades de aguardientes y vinos que se exportaban a Bolivia y Argentina. La muestra de ello son las silentes bodegas que aún conservan las enormes tinajas donde se depositaban el exquisito vino moqueguano. Hoy se encuentran mudas, vacías con la nostalgia de épocas de gloria, como estas que se encuentran en Corpanto Ghersi.
Detalle de vertederos, Corpanto Ghersi
El Programa, hoy el Museo Contisuyo, elaboró el "Proyecto de Bodegas de Moquegua"; dirigido y ejecutado por la Dra. Prudence M. Rice ( Universidad de Florida - USA) durante cinco temporadas de investigación, en los mediados de los años 1985 a 1989. Con un equipo selecto de investigadores y estudiantes, entre ellos. D. Ruhl G. Smith, S. de France, M. Van Buren, L. Huertas y otros. Quienes con la documentación existente, como de Chabert y Dubocs, Kuon Cabello, Archivos Departamentales y otros; se enfrascaron en el esforzado trabajo de prospección, catastro y excavación. Obteniendo resultados donde se encontraron más de 120 bodegas con estructuras para la producción de aguardiente o pisco y vinos. Los restos de estas impresionantes estructuras de piedra, adobe y quincha, son el mudo testimonio de la opulencia de la sociedad moqueguana entre la segunda mitad del siglo XVI hasta fines del siglo XIX.
Horno para la cocción de las tinajas
Asimismo los depósitos conocidos como tinajas eran construidas enrollando y paleteando la arcilla en una cantidad de 300 libras. Su altura es 1.8 - 2.0 m., se ha calculado que tenían una capacidad de 1514 - 1703 litros. Estas tinajas son de forma ovalada, con una base pequeña y cónica, un hombro alto y ancho y una boca con soporte redondo y grueso. Las fechas inscritas en las tinajas variaron del año 1590 hasta 1953, estas fechas fueron acompañadas con inscripciones cortas como nombres de santos o nombres particulares, clases de vino, nombre de lugares, cruces, pájaros bellamente diseñados.
Casa bodega, Huaracane
Las históricas tinajas, lagares y casas bodega, hoy en ruinas, aún con la palidez de sus formas, enorgullecen a los moqueguanos de hoy; quienes evocando aquel fecundo pasado, se han propuesto proseguir con la exquisita producción de sus piscos y vinos. Para beneplácito de los paladares podemos referirnos a bodegas actuales de mucho prestigio como Biondi, Parras y Reyes, El Mocho, Villegas, Cornejo, Zapata, Paredes, López, Valdivia, Vélez, Vera, entre otros. Todos juntos integran la sugestiva " Ruta del Pisco " que están haciendo renacer en nuestro ubérrimo valle, el aroma de épocas de gloria.